ARGENTINA:CUIDADO CON LAS MUDANZAS PUERTA PUERTA

Después de casi nueve años de vivir en Miami, la crisis financiera mundial influyó para que Lucas Acevedo decidiera volver a la Argentina. Pero su regreso no fue el soñado. Al contrario, se transformó en una pesadilla. Todas sus pertenencias, desde un automóvil hasta las fotografías que recuerdan su pasado en los Estados Unidos, quedaron varadas más de cinco meses en el puerto. Había sido estafado por la empresa que contrató para hacer la mudanza.
Acevedo, de 32 años y técnico reparador de aires acondicionados, volvió al país en diciembre pasado. Había pagado 9000 dólares por el servicio de mudanza "puerta a puerta" desde Miami a su casa de Remedios de Escalada, en Lanús. Tendría que haber tenido todo en su domicilio en enero último, pero recién pudo recuperar todo anteayaer, después de la intervención del juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky y la Dirección General de Aduanas.
Lo que no sabía Acevedo es que él no fue el único damnificado. Por lo menos otras 150 familias que regresaron al país desde Miami a partir de septiembre pasado fueron estafadas por la misma empresa, que sería propiedad de un ciudadano argentino.
Así lo informaron a LA NACION fuentes del juzgado Penal Económico N° 6, a cargo de Aguinsky, donde se descubrió la maniobra después de haber iniciado una investigación ante la posibilidad de un contrabando.
"Fue una pesadilla. Todas mis cosas habían quedado en el contenedor en el puerto. Para poder sacar el automóvil tuve que pagar otros 5000 dólares", recordó a LA NACION Acevedo, mientras acomodaba los bultos en su casa.
La investigación comenzó en abril pasado. Después de que Astrid Greppi, de 38 años, después de estar cansada de no recibir respuesta SJT Trading, la empresa contratada para que le hiciera la mudanza desde Miami hasta Córdoba, consiguiera que la Aduana le abriera el contenedor donde estaban sus cosas. Todo como depósito judicial
Fuentes judiciales explicaron que cuando se abrió el contenedor, además de las pertenencias de Greppi, había cosas que pertenecían a otras familias, pero sin identificar.
Entonces, Aguinsky resolvió instruir a la Dirección General de Aduanas para que "en todos los casos incluidos en la operatoria mudanza internacional «Servicio de puerta a puerta»", que reconozcan como embarcador a la empresa SJT Trading [y sólo en esos casos], deberá procederse a constituir como depositario judicial a quien aparezca como titular de su respectivo envío".
"Realmente todo fue un desastre. En los contenedores había cajas NN, ninguna tenía identificado a los propietarios", dijo Greppi, que volvió al país por problemas de salud. Ahora ya está más tranquila en su casa de Córdoba.
Daniel Mantelli tiene 39 años y tuvo que volver al país para hacer un tratamiento médico. "Gracias a Dios, ya pasó todo. Pero la pasamos mal. Pagué 6125 dólares para que me trajeran las cosas a Mendoza y no pasaba nada. Por suerte no me puedo quejar de la Justicia, en este caso actuó bien."
Los damnificados están agradecidos con Héctor Fernández, de la División Sumario de Prevención de la Aduana, por el trato recibido.
En la Justicia piensan que todavía hay víctimas de la mudanza puerta a puerta que todavía no se presentaron para recuperar sus pertenencias, que esperan en un depósito fiscal