'Primero murieron los niños, luego los ancianos' de es.digital
Un grupo de pescadores que trataba de huir de la zona de guerra de Sri Lanka, llegó hace pocos días a la costa india tras un periplo de 1.300 kilómetros y 9 días. Durante ese tiempo, la pequeña embarcación en la que viajaban navegó a la deriva y de los 21 tripulantes, sólo 10 fueron rescatados con vida.
Una de las supervivientes, Mary Joseph Beny, relató a las autoridades del hospital de Uppada, en la región india de Andra Pradesh, cómo sus familiares y compañeros de viaje fueron muriendo de hambre, sed e insolación. "Primero murieron los niños, luego los ancianos; no teníamos otra opción que arrojar los cadáveres por la borda para evitar enfermedades", dijo.
Su intención era ponerse a salvo lejos de la zona donde actualmente se están librando los combates armados entre el ejército gubernamental de Sri Lanka y la guerrilla de los "tigres" tamiles, en el nordeste de la isla de Ceilán. Aunque el objetivo de los pescadores era alcanzar un lugar seguro cerca de su aldea, la repentina muerte del conductor de la lancha trastocó sus planes. Pronto se quedaron sin combustible, agua ni alimentos y se quedaron a merced de la corriente marina y de un sol abrasador.
Cuando su lancha se encontraba cerca de la costa india, fue avistada por un pesquero que les rescató y fueron trasladados a un hospital donde aún permanecen ingresados. Habían recorrido 1.300 kilómetros.
Entre los supervivientes hay un niño de unos tres años y una mujer que perdió a tres de sus hijos en el naufragio y permanece en estado de shock. Uno de los supervivientes aseguró que la impotencia de ver cómo sus seres queridos iban muriendo de hambre uno tras otro era aún peor que el temor por su propia suerte.
Mientras, en Mullaittivu, la aldea desde la que partieron, continúan los combates entre los rebeldes tamiles y el ejército de Sri Lanka, una batalla más en un conflicto que ha dejado más de 70.000 muertos y un millón de refugiados en los últimos 25 años. Una de las mujeres que viajaban en la lancha declaró: "Se me rompe el corazón al pensar en los que aún permanecen atrapados en la zona de guerra, pero parece que nadie se molesta en pensar en ellos".
La gran ofensiva militar que el ejército gubernamental inició a comienzos de año redujo el territorio controlado por la guerrilla a una pequeña franja de tierra en el nordeste de Ceilán. En las últimas semanas, se ha recrudecido el asedio al último bastión de los "tigres" tamiles en el enclave de Karaillamullivaikal, donde se ha decretado una zona de alto el fuego. Sin embargo, según varias fuentes, continúan los combates entre ambos bandos y la situación de la población civil atrapada en el campo de batalla es desesperada.
Las autoridades indias piensan trasladar a los diez refugiados tamiles a un campamento para víctimas de la guerra en la región india de Tamil Nadu, donde es mayoría la población de etnia tamil.
Un grupo de pescadores que trataba de huir de la zona de guerra de Sri Lanka, llegó hace pocos días a la costa india tras un periplo de 1.300 kilómetros y 9 días. Durante ese tiempo, la pequeña embarcación en la que viajaban navegó a la deriva y de los 21 tripulantes, sólo 10 fueron rescatados con vida.
Una de las supervivientes, Mary Joseph Beny, relató a las autoridades del hospital de Uppada, en la región india de Andra Pradesh, cómo sus familiares y compañeros de viaje fueron muriendo de hambre, sed e insolación. "Primero murieron los niños, luego los ancianos; no teníamos otra opción que arrojar los cadáveres por la borda para evitar enfermedades", dijo.
Su intención era ponerse a salvo lejos de la zona donde actualmente se están librando los combates armados entre el ejército gubernamental de Sri Lanka y la guerrilla de los "tigres" tamiles, en el nordeste de la isla de Ceilán. Aunque el objetivo de los pescadores era alcanzar un lugar seguro cerca de su aldea, la repentina muerte del conductor de la lancha trastocó sus planes. Pronto se quedaron sin combustible, agua ni alimentos y se quedaron a merced de la corriente marina y de un sol abrasador.
Cuando su lancha se encontraba cerca de la costa india, fue avistada por un pesquero que les rescató y fueron trasladados a un hospital donde aún permanecen ingresados. Habían recorrido 1.300 kilómetros.
Entre los supervivientes hay un niño de unos tres años y una mujer que perdió a tres de sus hijos en el naufragio y permanece en estado de shock. Uno de los supervivientes aseguró que la impotencia de ver cómo sus seres queridos iban muriendo de hambre uno tras otro era aún peor que el temor por su propia suerte.
Mientras, en Mullaittivu, la aldea desde la que partieron, continúan los combates entre los rebeldes tamiles y el ejército de Sri Lanka, una batalla más en un conflicto que ha dejado más de 70.000 muertos y un millón de refugiados en los últimos 25 años. Una de las mujeres que viajaban en la lancha declaró: "Se me rompe el corazón al pensar en los que aún permanecen atrapados en la zona de guerra, pero parece que nadie se molesta en pensar en ellos".
La gran ofensiva militar que el ejército gubernamental inició a comienzos de año redujo el territorio controlado por la guerrilla a una pequeña franja de tierra en el nordeste de Ceilán. En las últimas semanas, se ha recrudecido el asedio al último bastión de los "tigres" tamiles en el enclave de Karaillamullivaikal, donde se ha decretado una zona de alto el fuego. Sin embargo, según varias fuentes, continúan los combates entre ambos bandos y la situación de la población civil atrapada en el campo de batalla es desesperada.
Las autoridades indias piensan trasladar a los diez refugiados tamiles a un campamento para víctimas de la guerra en la región india de Tamil Nadu, donde es mayoría la población de etnia tamil.
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